miércoles, 5 de mayo de 2010

Un día cualquiera

El pasado Domingo, iba caminando por una centrica y generosa (en cuanto a su anchura) calle Murciana, iba yo, dale que te dale hablando por el mobile, con un amigo o amiga, ya no me acuerdo y la verdad es que da igual para lo que voy a contar. Bueno pues a lo que iba, de repente, sin previo aviso, asi como por detrás, noto en mi hombro, el izquierdo, un leve, infimo, recatado toque que pide de mi atención, de mi presencia. Giro la cabeza, giro el cuello, y miro al dedo que entro en contacto con mi ser, miro, ya mas en perspectiva, lo que le rodea, su mano, color negro, negro cacao, y miro con aún mayor campo de visión, y ohhhh pobre de mi, ohhh infelice, que me encuentro.

Pues nada un sr. con todas las letras, un sr.
bigardo, alrededor de 2 m de un monstrenco interesante, color negro de piel, como habreis deducido, y también de pelo, añado yo, que con las manos juntas, como pidiendo perdón, me hablaba en un ingles etiope, que no me fue muy dificil de entender -bueno, no os creais, me he soltado un pegote, si me costaba algo si,jiji-, que me decía "Sorry, sorry my friend". Yo con una leve elevación de mano, le indicaba que esperara a que concluyera mi conversación telefónica.

Bueno pues esperó 1, 2, 3, incluso 4 minutos pacientemente, mientras le repetía manualmente que calma, que ahora mismisco le atendía, y el asentía sin perder la calma ni la sonrisa, aunque con un incipiente nerviosismo. Pues ya me empezaba yo a agobiar, de ver a este hombre espera que te espera, y comente a mi interlocutor, que debía concluir nuestra converasción en pos de solucionar lo que me iba a plantear mi buen y reciente estrenado amigo.

Yes, Can you help you?
Thanks, thanks my friend.
I let my keys into the car. I can not enter in my car.
I need money, because I live in Licante, bus, go by bus.
Do you lep me pleaseee, please?

Tras repetirle de lo que yo me habia enterado, repetirme él lo que habia dicho, reiterarle lo que me parecía haber comprendido, y así alguna otra vez más, para por fin entenderle y preguntarle como fin de fiesta:
 When, do you want how much money?
This, this, my friend, five and eighty €.

Pues nada, eché un vistazo a mi alrededor, para ver si estabamos solos, como asi pareció ser, y me dispuse a abrir la cremallera de mi mochilica, para introducir la mano en ella, extrayendo lo que por alli me iba encontrando. Varios billetes, de ellos seleccioné solo 1, el más pequeño de color azulado y que tenía escrito un 5. Volvi a meter la mano, la cerré, con las presas dentro de ella, la dí la vuelta, y la abri en su presencia, y cogi 3 monedas de 3 tamaños diferentes y qie complementaban los 0,8€ que me faltaban.

Evidentemente, se lo dí, el hombre me dio las gracias por activa, y creo que tambien por pasiva, y yo le pregunté:
Nothing, nothing, where are you from my friend?
Gambia, Gambia
Ah yes, yes, around is .... maybe Senegal.
El levantó los hombros y dijó, ahhhh Zénéga y os juró que lo que yo entendí se me pareció mas a Uala Lumpur que a ese otro conjunto fonenético.
Y ya con un pierna mirando hacia mi y otra hacia la parada de autobus (porque la estación estaba en otra dirección), me devolvió la pregunta.
I am from Valladolid.
Ahh, Valladoli. JIJI, jiji, like Asnarrrrrrrrr -y se va corriendo agitando la mano graciosamente, como acompasadamente con su cara.
Bye, bye my friend.


Y asi concluyó mi fin de semana, y empezó otra semana más, de las que inundan el calendario laboral, donde también me pasó algo novedoso, que no se si interesante o apetecible de leer.

 Pensando en algo, dandole al coco morroco, con la cabeza gacha, me encontré, con esta imagen, que podría aparentemente titularse "El adios de la golondrina" .
Me pregunté a mi mismo, en un perfecto castellano "coño aqui que ha pasado, desde cuando se suicidan las golondrinas".
Izé la cabeza hacia la parte de arriba, osease, hacia el edificio, de la pared que se observa en la foto, y observé, que junto a uno de los letreros publicitarios, de los locales linderos, se observaba como por la parte de abajo de una terraza, en su parte escondida a los dueños, digamos que las antipodas de su suelo, la parte que mira hacia los adoquines de la calle, habia uno, quien dice uno, varios nidos de estos sagrados pajaros.

Como se puede ver en la imagen aneja, el nido más esquinado, el que tiene 3 paredes de apoyo, y no 2 como el resto, se había desmembrado, tal vez porque no tenía la adecuada proporción de paja y barro, o porque su saliva, no habia servido para compactar la pasta adecuadamente.
El tema, es que a la pobre Hirundo rustica, aún siendo ya un adulto, le pillo de sorpresa, y se calló, sin que pudiera revolotear en el aire para defenderse, feneciendo en el mismo momento de su impacto con la acera.
El pobre animal, no podrá volver a morar su casa el proximo año, como seguro que si repetiran sus vecios de bloque.
A esto, también se le puede llamar selección natural o de mercado, porque de una y otra manera también pasa en la naturaleza.

Eau Revoir amigosssssssssss.

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